Quimera

El juego se estructura a través de 4 modos que exploran asuntos como la identidad, la diversidad, la cooperación o la sostenibilidad.
Para ello los jugadores tendrán que recombinar el ecosistema urbano, a partir de las plantas existentes, con el objetivo de llevar al “clímax” los sectores o “jardines” que cultiven.

1. AVATAR
Para participar en el juego cada jugador debe crear un perfil personalizado acompañado de una fotografía de su cuerpo que, posteriormente irá hibridando con atributos de 6 animales arquetípicos de la fauna de Puerto De la Cruz, componiendo así una quimera.
Para lograrlo, los participantes tendrán que interaccionar con las plantas reales de la ciudad, y demostrar sus capacidades para cultivar con ellas jardines que sirvan de hábitat para los animales arquetípicos.

2. MAPA REAL
En este modo los participantes podrán ver de manera geolocalizada las plantas reales que existen a su alrededor, además de identificar y localizar nuevos especímenes que aún no han sido cartografiados. Acciones que serán recompensadas con “semillas” que luego podrán ser utilizadas en los paisajes desarrollados por cada jugador.
Para realizar estas tarea los jugadores podrán ayudarse de una inteligencia artificial que reconoce las plantas a través de la cámara del teléfono, así como participar en retos simultáneos de validación cuyas recompensas serán más puntos y semillas.

3. SEMILLERO
Las semillas obtenidas cartografiando plantas reales se almacenarán en un semillero, pudiendo ser utilizadas para sembrar en los jardines de cada jugador o para ser intercambiadas con otros usuarios.

4. MAPA VIRTUAL: QUIMERA.
Las semillas obtenidas podrán ser sembradas por los participantes en diferentes áreas preseleccionadas (jardines), donde deberán hacer evolucionar la naturaleza de manera exuberante hasta lograr que se asienten los animales arquetípicos de la ciudad.
A vista de pájaro, se superponen en este modo las siluetas de las especies botánicas existentes con las sembradas por los participantes, que deberán ser recolectadas -utilizando minijuegos- para mantener las necesidades del jardín. En función del grado de la diversidad de los mismos también comenzaremos a observar las siluetas en movimiento de los diferentes animales arquetípicos.
A partir de este momento, los jugadores podrán conseguir los atributos de dichos animales para enriquecer su avatar, pero antes será necesario superar pruebas rituales de iniciación, a modo de gymkhanas, que discurrirán por lugares relacionados con esta fauna o con pensadores que las tomaron en consideración.

Los participantes crearán así, una realidad alternativa formada por escenarios exuberantes donde se ensaye qué sucedería si la naturaleza se abriese paso en nuestras ciudades. Por ello, en esta visualización también aparecerá un marcador que muestre la diversidad del jardín, y también cuáles son sus servicios ecosistémicos a nivel climático, de absorción de CO2, o su nivel de agua y nutrientes (tierras). De tal manera que al mirar por el modo virtual no solo veamos una realidad recreada, sino también los efectos de las simulaciones, es decir sus consecuencias. Así, participar en esta obra será también proyectar nuevos mundos potenciales ya implícitos en los existentes.